En Autoconsumo 4.0 se aplican técnicas modernas de análisis de datos de inteligencia artificial, machine learning, modelos matemáticos de series temporales…) y de programación (árboles de decisión) para desarrollar dos algoritmos fundamentalmente:
Un algoritmo de predicción de la energía producida por una instalación fotovoltaica en base a los datos de radiación solar.
Un algoritmo de comportamiento óptimo del sistema que sea capaz de pronosticar en cada momento del día que conviene hacer con la energía generada por la instalación fotovoltaica, si consumirla, almacenarla en baterías o exportarla a la red.
Estos algoritmos, que conforman la inteligencia del sistema, se alojan en una serie de servidores ubicados en un Centro de Control en la Nube (CCC), de modo que se puedan compartir recursos informáticos para un número elevado de instalaciones fotovoltaicas, lo que hoy en día se denomina internet de las cosas (IoT).
Un sistema inteligente que, aplicado a una instalación fotovoltaica de tipo distribuido, realiza una gestión eficiente de la generación renovable de cara, por un lado, a maximizar los ingresos por venta de energía en caso de que sea posible la venta de excedentes y, por otro, a minimizar el coste de la energía que es necesario importar para satisfacer las demandas del consumo residencial. De esta forma, se pretende añadir una motivación extra para todos aquellos usuarios potenciales que están dispuestos a invertir en sus propios sistemas fotovoltaicos, contribuyendo de este modo al crecimiento del sector fotovoltaico y a aumentar la competitividad del sector. Y, por supuesto, sin olvidar las consecuencias indirectas que el auge del sector fotovoltaico tendrá para mejorar la sostenibilidad y el medio ambiente.
La optimización de la gestión y el uso que se hace de la energía en el sector residencial cobra una gran importancia. Para contribuir a esta mejora de la gestión y uso de la energía se plantea Autoconsumo 4.0, con el que se pretende incentivar a los numerosos clientes potenciales que están dispuestos a invertir en sus propios sistemas fotovoltaicos y, como consecuencia, contribuir al crecimiento de las instalaciones de autoconsumo, lo que implicaría el crecimiento del sector fotovoltaico en cuanto a empleabilidad y el aumento de la competitividad del sector.
Por supuesto, un aumento del uso de la energía solar fotovoltaica llevaría implícito la reducción de los gases de efecto invernadero, lo que supone un beneficio medioambiental para el planeta y contribuir a mejorar la sostenibilidad. Porque, como también se ha hecho alusión en apartados anteriores, uno de los objetivos más ambiciosos de la Unión Europea, fijados en el Marco de la Política de Energía y del Clima 2030, es la reducción, en al menos un 40%, de los gases de efecto invernadero.
Además, en otro orden de cosas, otra de las consecuencias que tendrá la implantación de la solución planteada en Autoconsumo 4.0 sería la “transformación digital” de las instalaciones de autoconsumo.
De hecho, como se puede apreciar en la Figura, la energía solar es, de todas las fuentes de energía renovables, la que conlleva una mayor creación de empleo a nivel mundial.
En lo referente a los destinatarios a los que se puede dirigir el resultado obtenido con Autoconsumo 4.0, podemos distinguir varios tipos.
En primer lugar, se podría englobar en este punto cualquier persona particular, organización o empresa que quiera invertir en una instalación fotovoltaica de autoconsumo. La solución planteada en el proyecto Autoconsumo 4.0 resulta muy atractiva porque conlleva unos ahorros adicionales, en comparación con una instalación convencional de las que se ejecutan en la actualidad, que disminuyen el tiempo del retorno de la inversión realizada y, por tanto, se acorta el periodo de tiempo a partir del cual el usuario empieza a tener importantes ahorros en su factura de electricidad. Esto sin contar el beneficio que tendría para la sociedad en general el hecho de que sean los propios ciudadanos los que tengan el control en la gestión de su energía.
En segundo lugar, podemos incluir también a todo el entramado de empresas instaladoras, las cuales, independientemente de las marcas que suelan instalar, podrían hacer uso de esta solución para aportar a sus clientes un valor añadido. De este modo, estas empresas verán incrementado el número de instalaciones llevadas a cabo y, por tanto, aumentará su volumen de negocio y, por consiguiente, sus beneficios.
Y, en tercer lugar, estarían las empresas que ofrecen soluciones tecnológicas y de alquiler de servidores y almacenamiento en la nube. Aunque en menor medida si lo comparamos con las empresas instaladoras del sector fotovoltaico, este tipo de empresas verían incrementar su volumen de negocio con el alquiler de espacio y recursos en sus servidores de la nube, al ser esta tecnología uno de los requisitos básicos sobre los que se fundamenta Autoconsumo 4.0.
